A poco más de tres meses del homicidio de Natalia Andrade, ciudadana argentina hallada sin vida en su domicilio ubicado en el fraccionamiento Lomas de Angelópolis, un menor de 12 años fue vinculado a proceso como presunto responsable del crimen que ha conmocionado a la comunidad local e internacional.

El joven, identificado como Alex “N.”, compareció este 18 de junio ante un juez en las instalaciones del Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (CIEPA), acompañado de su madre y su defensor legal. La Fiscalía General del Estado (FGE) presentó pruebas que permitieron al juez determinar que existen elementos suficientes para continuar con el proceso por el delito de homicidio doloso.

Debido a su edad, el menor no podrá ser recluido de manera preventiva, pero deberá permanecer bajo estricta supervisión familiar durante el periodo de investigación complementaria, que se extenderá por al menos dos meses. Sus padres están obligados a presentar reportes periódicos sobre su conducta, mientras avanza el análisis del caso.

Entre las líneas de investigación que sigue la Fiscalía se encuentran dos posibles móviles: la participación del menor en un supuesto “reto viral” que lo llevó a ingresar a la vivienda de la víctima con la intención de grabarla, y la posibilidad de una agresión premeditada. Cámaras de vigilancia registraron al adolescente como la última persona que entró al domicilio de Natalia el 2 de marzo, día en que fue asesinada.

Trascendió también que el menor habría confesado el crimen a su madre y que su teléfono celular está siendo analizado por peritos para determinar si contiene pruebas relacionadas con el asesinato. La víctima, madre de un niño de 11 años, fue hallada con signos de violencia y traumatismo severo.

El proceso judicial continuará con la revisión del material recabado por la FGE y la determinación de las medidas socioeducativas que podrían imponerse al adolescente, en caso de comprobarse su responsabilidad. La pena máxima para un menor de su edad en el sistema penal mexicano sería de hasta cinco años en un centro especializado.

El caso ha generado amplio debate sobre la responsabilidad penal de menores, la influencia de las redes sociales y los retos virales, así como sobre la protección de la infancia ante hechos violentos de este tipo.

Fuente: Milenio